Todo sobre el Agaricus blazei Murill - Champiñón del Sol

domingo, 27 de julio de 2008

Mitos y leyendas con ánimo comercial o por desconocimiento

Uno de los primeros mitos que se mantuvo durante todos los 90 y después del año 2000 es el bulo interesado de que este champiñón era endémico de la región de Piedade, y la Sierra de Piedade, en Sâo Paulo, Brasil, y que los habitantes de esa zona lo consumían habitualmente, siendo más longevos y con una tasa de cáncer mucho menor.

En el sitio comercial de cuestaagaricus se sigue manteniendo esa leyenda interesada: http://www.cuestaagaricus.com.br/cuesta-espa/historia.htm:

El Agaricus blazei fue notado por la primera vez hace aproximadamente 30 años cuando dos pesquisidoresde la Penn State University visitó la ciudad de Piedade, en São Paulo, Brasil y descubrió que los nativos eran muy saludables con proporciones muy bajas de enfermedad y grande longevidad ...

Esta falsedad llegó a trascender incluso a la literatura científica hasta finales de los años noventa y principios de dos mil, cuando se hacían breves introducciones sobre la historia de este champiñón en trabajos científicos - algunos, de alto índice de impacto.

Nadie en todo el Estado de Sâo Paulo, donde en 1965 se redescubrió casualmente por un granjero de origen japonés en su finca "Bel Air", en medio de una producción de Lentinus Edodes, lo conocía ni lo había probado nunca.El Sr. Furumoto, su "redescubridor" lo llamó en japonés Himematsutake, o "Princesa Matsutake", en honor a sus bondades culinarias y alto valor gastronómico, y también empezó a comercializarlo a partir de los años setenta como Agaricus Piedade, hasta que se confirmó que se trataba del Agaricus blazei Murill - en el estado actual de la ciencia el Agaricus blazei Murill o Champiñón del Sol se corresponde con el Agaricus Subrufescens Peck, originario de Florida, EE.UU, el mejor champiñón gastronómico para muchos, adaptado, después de muchas generaciones, a ese entorno de la Sierra de Piedade, donde el resultado es esa maravilla de seta en propiedades terapéuticas y valores fruitivos y nutricionales. El primer consumo de este champiñón fue el mercado japonés.

Escribí estos datos a finales de los años noventa a muchos investigadores de reconocido prestigio, como el Profesor Takashi Mizuno, que terminaron revisando las breves introducciones de sus trabajos en literatura científica donde habían recogido descuidadmente ese bulo al hacer una pequeña historia introductoria de este champiñón.

El siguiente error o bulo significativo es posterior, y se trata de atribuirle origen o estudios por parte de los indios amazónicos. ¡Pero si el Estado de Sâo Paulo está a miles de kilometros de la Amazonia y los nativos de esa selva jamás lo han visto, probado o sabido sobre él! Cuanto más, su verdadero origen, Florida, en Estados Unidos ..!

No importa, lo exótico de atribuirle un origen amazónico vende más a las personas que lo busquen por sus propiedades terapéuticas. Este bulo de dimensiones descomunales lo propaga alguna página comercial brasileña, y lo llega a recoger interesadamente incluso alguna española.

Así, la empresa española Hifas da Terra llega a exponer en su página comercial: http://www.hifasdaterra.com/tienda/index.php?main_page=product_info&cPath=5&products_id=107:

... Este hongo posee propiedades ampliamente conocidas por los indios amazónicos, y hoy son estudiadas por la naturopatía y la biotecnología ...,

Además de improvisar o equiparar o inducir a pensar que una producción "ecológica" es lo mismo que la producción de modo natural, e improvisar derivados para hacerlo más atractivo al comprador, de los que no se puede extrapolar tampoco ninguna de las propiedades que se le describen a esta seta en las investigaciones científicas publicadas por las revistas científicas de mayor índice de impacto.


Ciertamente, además, producen esta seta tropical en Galicia con métodos ecológicos, y en invernaderos, como la inmensa mayoría. La popularización de esta seta que supuso, en cierto sentido, un desafortunado artículo que se escribió en una revista sobre medicina alternativa supuso una oportunidad única para venderla sólo por el nombre e improvisar o publicitarla con medias verdades o con cosas que no son ciertas, en relación también con los distintos tipos de champiñón del Sol que se comercializan en el mundo, y cómo sólo muy poco es óptimo de verdad. Qué decir entonces de los derivados, y más de los de estas producciones.

Según la opinión de muchos, la mejor opción es agaricus.es para conseguir el mejor champiñón del Sol o Agaricus blazei Murill del mundo, posiblemente.

Aprovechamiento comercial sólo en función del nombre

Alguno de los aprovechamientos comerciales que incluso han pasado, por llamativos, a la literatura científica nos los ofrece, por ejemplo, la empresa Cogumelo do Sol, que registró comercialmente ese nombre. Esta empresa, propiedad de un antiguo agente comercial, el Sr. Mario Kimura, llega a pretender que el Agaricus blazei Murill en realidad es otra seta distinta y exclusiva que sólo ellos comercializan, mayormente, en un pandemónium de derivados. Su éxito comercial fue notable, abriendo una cadena de tiendas y publicitándose de modo más que significativo por la televisión y otros medios de masas en Brasil.

Así, en un trabajo de literatura científica sobre el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol, Verdades y mitos sobre el Agaricus blazei Murill, se expone, en relación con la empresa Cogumelo do Sol, de D. Mario Kimura:

... Hongos medicinales: ciencia contra beneficio

Otro aspecto negativo creado por puros intereses económicos es el intento de explotar este hongo en exclusividad. A pesar del hecho de que el término Cogumelo do Sol®se hizo popular entre los productores como nombre común del Agaricus blazei Murill, el nombre Cogumelo do Sol®fue registrado como una marca comercial por una compañía de Sao Paulo. Además de apropiarse de un nombre ya en uso, la misma comapñía informó que, basados en un estudio del Dr. Pergler de los Royal Botanics Gardens de Londres, su Cogumelo do Sol®era muy similar alAgaricus sylvaticusShaeffer y que era el resultado de la fusion de varios hongos y un híbrido no encontrado en la naturaleza. Nay una serie de contradicciones en la información relativa al Agaricus blazei Murill presentada por esta compañía. Primero, no hay informes algunos en la literatura científica de un hongo denominadoAgaricus sylvaticusShaeffer, aunque hay un Agaricus silvaticusSchaeffer.

A tenor de la similitud entre estos nombres es casi cierto que el así llamado A. sylvaticusShaefferse identificó con la especie Agaricus silvaticusSchaeffer, ya conocida durante décadas. Alguien, probablemente por error, lo entendió así para cambiar algunas letras, sustituyendo la letra "i" en el nombre científico por "y" y omitiendo la letra "c" en el nombre del autor. El hongo Agaricus silvaticus se describe en la literatura científica como nativo de regiones templadas, al contrario de lo que se conoce del hongo encontrado en la región de Piedade, en Sao Paulo, que se envió a Japón para su identificación, este hongo se cría bien a temperaturas de alrededor de 25ºC. Algunas muestras del hongo de Piedade fueron enviadas desde Japón al Dr. Heinemann en Bélgica, quien lo identificó como Agaricus blazei Murill, miesntras el Instituto de Biología de Sao Paulo envió otras muestras al Dr. Pegler quien Fellipe Jr (1999) erróneamente informó que habían identificado como Agaricus sylvaticusShaeffer. Parece que las muestras fueron identificadas como de diferentes especies y que el Dr. Pergler probablemente no lo consideró como una nueva especie sino que era similar al Agaricus silvaticusSchaeffer.

Los pocos trabajos científicos sobre el Cogumelo do Sol®, citándolo como el Royal Sun Agaricus®, se refieren como una variante natural del Agaricus blazei Murill, pero si eso fuera cierto, entonces el royal Agaricus no podría haber sido considerado nunca como una nueva especie, sino sólo como una de las numerosas estirpes miceliales del Agaricus blazei Murill. Hasta donde conocemos, no se ha publicado un solo artículo en literatura científica sobre propiedades antitumorales, u otras clases de actividades terapéuticas, del Agaricus Silvaticus, aunque algunos sitios de Internet lo mencionan como una especie venenosa capaz de producir síntomas como los de la gripe.

La afirmación que el Cogumelo do Sol® fue un resultado de la fusión de varios hongos no tiene ninguna base científica, porque la fusión de los hongos para producir nuevas especies no se producen fácilmente. Si esto hubiera ocurrido de hecho, debería haber una descripción detallada de la metodología, preferiblemente publicada en literatura científica, y el hecho de que no hay base para la fusión de estirpes miceliales eleva las dudas sobre la consistencia de mucha de la información publicada sobre este Cogumelo do Sol, que podría no ser cierta necesariamente.

Por cierto, a mí nunca se me ocurrió ni se me ocurre registrar comercialmente el nombre común en español de champiñón del Sol, desde que se lo improvisé. Nombre que ha terminado siendo reconocido como nombre común en español de este champiñón, y con el que se le encuentra comercialmente en centenares de sitios en Internet.

A lo publicado anteriormente cabe añadir mi experiencia personal. Cuando conseguí el reconocimiento de la legalización del Agaricus blazei Murill en su puesta en el mercado, y mientras ejercía la actividad de importación, fui invitado por la empresa Cogumelo do Sol a Brasil, ciertamente, tratándonos a cuerpo de rey, pero insistiendo en que se trataba de una especie exclusiva y nueva; sólo con interés en que les comprara la pléyade de derivados que comercializan, no la seta en sí, a la que el Sr. Kimura se negaba sistemáticamente a denominar Agaricus blazei Murill, sino la suya exclusiva, que en su leyenda con la que se publicita dice haber descubierto él ... Por la seta en sí, me pedía más dinero al por mayor del precio ya oneroso con que yo la ponía en el mercado al por menor. Eso sí, expuesta como condición fundamental que en el etiquetado figurara Agaricus blazei Murill, y creyendo que las ventas saldrían adelante, no puso mayor reparo. En octubre de 2007 la podría adquirir ... más cara todavía, a unos 500 dólares de Estados Unidos el kilo. Se hizo muchísimo dinero con el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol durante mucho tiempo por parte de algunas empresas en Brasil, sobre todo, en sus ventas a Japón. La impresión que llevé es que estaban convencidos que en la Unión Europea se vendería entre 500 y 1000 dólares el kilo.

De hecho, yo ya había importado y conocido productores que le vendían Agaricus blazei Murill a la empresa Cogumelo do Sol, del Sr. Kimura, para que lo revendiera como ese Cogumelo do Sol®que suponía exclusivo ... Y además lo había importado a una fracción de los precios que me ponían, siendo ya caro.

El caballero que hizo de intermediario para ese viaje, que siempre nos trató a cuerpo de rey, hay que reconocerlo, era también un actor en los spots publicitarios de televisión de esa empresa Cogumelo do Sol, afirmando bondades terapéuticas de sus derivados, de sus pastillas, que en la historia que contaba no podrían ser ciertas tampoco - además de no existir estudios serios en literatura científica sobre toda esa multitud de derivados. De hecho, la Administración competente del Estado de Sao Paulo terminó tomando cartas en el asunto, para que cesara ese tiempo de publicidad que podría llegar a considerarse antiética para muchos.

La historia de esta entrada se continúa en el de 3 de agosto, Cuando aparentemente sólo importa obtener beneficios sin riesgo, aparentemente también, como sea.

Según la opinión de muchos, la mejor opción es agaricus.es para conseguir el mejor champiñón del Sol o Agaricus blazei Murill del mundo, posiblemente.

Aprovechamientos comerciales, plagios y errores

En 2003, improvisé un portal, AbM.objectis.net, en el que ya se ponían de manifiesto mitos y leyendas comerciales sobre la historia de este champiñón. Cómo no podía haber sido consumido por los nativos de la zona, puesto que se "redescubrió" en 1965 en la Sierra de Piedade, en medio de una plantación de Lentinus Edodes y se comercializó más tarde en los años 70 como, en principio, como Agaricus Piedade, básicamente para el mercado japonés, con un consumo mínimo local. Por tanto, eran mitos y leyendas comerciales interesadas las historias sobre la incidencia epidemiológica de bajas tasas de cáncer y longevidad alta entre los habitantes de esa Sierra de Piedade. En esa época ya conocía que se trataba de un champiñón de altísimas calidades gastronómicas y nutricionales, reconocido en el estado actual de la ciencia como uno de los mejores champiñónes gastronómicos del mundo, además de las maravillosas propiedades que evidenciaba, si era óptimo, frente a patologías, algunas muy graves. Ese portal, AbM.objectis.net, se vino abajo, y lo recuperé posteriormente gracias a la gentileza de objectis.org.

Sin embargo, a fecha de hoy empresas comerciales como agaricus.net (no confundir con Agaricus.es), con aparente representante o ventas en España, no han venido teniendo escrúpulo alguno en plagiar directamente la primera página de ese portal de entonces - algo que se acredita puesto que, aunque se vino abajo y ahora es distinto, ese texto plagiado burdamente consta en un expediente administrativo- , como tampoco parecería ser que tampoco vienen teniendo escrúpulo en volver a copiar de este nuevo AbM.objectis.net para su publicidad agresiva. Esos plagios qué duda cabe que son comercialmente interesados, sin evidenciar demasiado escrúpulo, puesto que podrían copiar lo que quisieran, siempre que no lo hagan de modo torticero y desvirtuando el texto real, además, de citar la fuente y el autor, puesto que les es de aplicación la licencia GNU Free Documentation License - Licencia de Documentación Libre GNU. Pedirles reiteradamente que lo cambiaran o rectificaran no ha servido de nada. A mayor abundamiento, en ese antiguo portal y en el nuevo AbM.objectis.net, se pone en evidencia y se combaten muchos de los productos que comercializan, tomando a la ciencia como referencia.

Es de admiración cómo continúan manteniendo esa copia literal de la que era la primera página de AbM.objectis.net, atribuyéndosela como suya, y si poner el origen, el autor ni, mucho menos, el resto del portal, en tiempo y ahora, que precisamente combate esos aprovechamientos comerciales y la multitud de derivados que se comercializan, atribuyéndoles unas propiedades y extrapolando unas investigaciones científicas que nada tendrían que ver realmente con lo que distribuyen.

Según la opinión de muchos, la mejor opción es agaricus.es para conseguir el mejor champiñón del Sol o Agaricus blazei Murill del mundo, posiblemente.

Se ha suprimido de esta entrada las referencias a la empresa Phytovit, S.L., como representante o distribuidor de agaricus.net en España, por los motivos que se exponen en la entrada de 27 de abril de 2009, Aclaraciones cuando se menciona a la empresa Phytovit, S.L. en las entradas sobre las copias y publicidad realizada por agaricus.net, al informarme un gentil representante de Phytovit, S.L. que nunca han comercializado esos productos de agaricus.net, y que la referencia que en las páginas de agaricus.net, “Ventas: Phytovit S.L - España - Tlf. (958) 087063“, ahora eliminada de esas páginas, pero que, a fecha 29 de abril de 2009 todavía se puede comprobar en http://209.85.229.132/search?q=cache:p_BWi17G5uoJ:agaricus.net/spain/index.html&cd=9&hl=es&ct=clnk&client=iceweasel-a , fue una referencia no autorizada y de la que no tuvieron nunca conocimiento.

Muy distintos tipos de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol

Antes de nada, subrayar como introducción un hecho significativo: la inmensa mayoría de todos los trabajos científicos, observaciones clínicas y ensayos clínicos publicados sobre el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol lo son con una estirpe micelial específica, cultivados a campo abierto, teniendo en cuenta la época, el clima, el sustrato, la recogida y procesos de conservación y de semiconservación; en la inmensa mayoría inmensa mayoría, lo son también sobre la seta en sí, y no sobre derivados, comprimidos, cápsulas, extractos, … . Extrapolar esos resultados a cualquier producción de Agaricus blazei Murill, especialmente de invernaderos, es una falacia, objetivamente, y puede constituir una irresponsabilidad, según nuestro criterio.

En muchos casos comerciales, o bien se omite el origen, o bien no se dice la verdad sobre cómo se ha producido el champiñón y dónde. Por ejemplo, a la derecha se puede observar una imagen de unas páginas de Internet, sobre el cultivo de este champiñón. Esa es la manera más económica, y la única en la que se puede producir fuera de su entorno natural, tropical, puesto que se trata de una seta tropical.

En el propio Brasil también se cultiva en invernaderos, como se puede apreciar en páginas en Internet. La rentabilidad comercial de este tipo de producción y la imposibilidad de comprobar cómo y dónde se ha cultivado hacen que gran parte de la producción en el propio Brasil, con el único reclamo que es de Brasil, también sea de invernadero - además de no conocer con qué estirpe micelial se lleva a cabo, que con toda seguridad tampoco es la óptima. El Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol
óptimo, al que se refieren además con la publicidad agresiva que suelen caracterizar estos sitios comerciales no es el que se produce en invernaderos o “fábricas” en España o en la Unión Europea, sino natural y producido a campo abierto en su entorno natural tropical.

Existe una diferencia abismal entre esas producciones comerciales, en su gran mayoría, que se prevalen de una literatura científica, datos y casos con los que no se corresponden, con el cultivo natural a campo abierto del Agaricus blazei Murill o Champiñón del Sol, que es cómo en el estado actual de la ciencia, además de ser el que acredita esos resultados asombrosos en las investigaciones científicas, también es al que se apunta cómo que debería reconocerse su calidad de alimento funcional.

Las primeras diferencias que saltan a la vista son las visuales, el sabor y el aroma. Desde luego que no son lo mismo. Cuanto más, en relación con las propiedades y casos que se atribuyen, sin mencionar que estos se han producido y publicado con Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol óptimo, cultivado de modo natural a campo abierto, con una estirpe micelial específica, teniendo en cuenta la época del año y el clima, los procesos de conservación y semiconservación, de almacenamiento …, insistimos. Y si son censurables los derivados que se puedan sacar de estas producciones óptimas, qué decir de las de invernadero sin control micelial.

Pero, subrayada esa primera diferencia fundamental, existen otras y también en las producciones naturales a campo abierto de Brasil hay grandes diferencias entre lo que se produce en unas y en otras.

Comencemos por la gran variabilidad de este champiñón en el propio Brasil, el caso de Japón, y terminemos con lo que está ocurriendo en la Unión Europea, donde se cultiva uno relativamente bueno gastronómicamente en los Países Bajos, pero donde al amparo sólo del nombre de esta seta se produce otro que se compra por parte de muchas personas buscando actividad terapéutica. La conclusión es que sólo alguno de Brasil es óptimo, y la inmensa mayoría, muy malo y posiblemente no sirva para nada, cuando no pueda resultar contraproducente e incluso teóricamente peligroso, en la forma de algunos derivados que optimizan o maximizan la rentabilidad de tan sólo su nombre.

En el propio Brasil, la inmensa mayoría de lo que se produce no proviene de las cepas miceliales originales de este champiñón cuando se ‘redescubrió’, y que es el que da lugar a los estudios científicos más significativos, cuando no a los únicos verdaderos - fuera del caso del Himematsutaké Iwade Strain 101, en los que el Instituto Iwade de Japón invirtió miles de millones de Yen y más de ocho años en adaptarlo a un entorno forestal en Okinawa, y que, si bien acredita algo científicamente, no alcanza al original.

Cuando surge un interés inusitado en Japón por este champiñón, a tenor de los primeros trabajos científicos y casos que se le atribuían en los años 80 (tras comenzar a importarse como Agaricus Piedade por sus bondades gastronómicas), no sólo se importó este champiñón, sino las cepas miceliales. Se intentaron mil maneras de cultivarlo en Japón. Se desarrollaron y se experimentó con esas cepas miceliales. Y esas cepas miceliales volvieron a Brasil, tanto por la inversión japonesa en la producción de este champiñón en Brasil, como por la adquisición de las mismas por parte de granjeros brasileños de origen japonés, con vistas al suculento negocio de la exportación de este champiñón a Japón. De ese modo, se ha demostrado que la mayoría de las cepas miceliales de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol de Brasil tienen genotipos idénticos, clonados del mismo origen, necesariamente Japón, así como, entre los genotipos que se encuentran en Brasil, también presentan diferencias, que se hacen mayores y más significativas precisamente con la estirpe que mejores resultados o resultados óptimos ha presentado en las investigaciones científicas, ensayos clínicos o casos humanos donde se habría descrito una actividad terapéutica muy significativa. Colauto et al., 2002, y otros muchos trabajos sobre identificación genética mediante RAPD hasta la fecha presente vienen a probar esa gran varibilidad genética, con independencia del entorno de producción, clima, época de producción, …

Sin embargo, la cepa micelial original de este champiñón ‘redescubierto’ en 1965 fue identificada por el Prof. Mizuno y se puede adquirir a la más prestigiosa institución mundial en ese sentido, en Bélgica, que guarda una muestra de esa cepa. Y es esa cepa micelial, JUN-17, con la que se realizan la mayoría de los trabajos científicos.

D. Ernesto Noburo, colaborador del Sr. Furumoto – el que ‘redescubrió’ y produjo por primera vez el blazei -, comentaba su seguridad de que lo que se produjo posteriormente con las cepas miceliales que vinieron de vuelta de Japón era un champiñón de mayor tamaño y ligeramente distinto del original Agaricus Piedade que ellos producían - el Agaricus blazei Murill como Agaricus Piedade original.

Los estudios experimentales incrementaron el interés comercial por el blazei a causa de la demanda disparada como remedio popular en Japón, lo que estimuló, no sólo la producción, sino también el registro de nuevos nombres y marcas comerciales (Cogumelo do Sol, por ejemplo, no es un nombre popular en origen, sino una marca registrada por Mario Kimura para este champiñón). Esto ha hecho muy difícil para el consumidor identificar la cepa micelial pura del Agaricus blazei Murill (Firenzuoli et al., 2007).

De igual manera, este champiñón es un saprófito de segundo nivel, vive en la descomposición de la hojarasca, en suelos ricos en restos de lignina, de maderas en descomposición, en los límites de la selva, siendo ese su abono natural (también las heces de origen equino). Sin embargo, los centros de producción establecidos en Japón, China y Brasil cultivan este champiñón a base de compost enriquecidos para forzar una producción mayor, así como utilizan substratos complementados con aditivos nitrogenados (Stamets, 2002). A lo establecido por el Dr. Stamets, añadiría yo otra miríada de trucos para elevar la producción comercial, como el empleo intensivo de sulfitos.

Así, sólo como ejemplo en algunos trabajos, porque los tipos diferentes son decenas, en literatura científica nos encontramos con que una mezcla de tres tipos de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol de tres orígenes distintos en Brasil, evidencia actividad farmacológica, mientras que uno de esos tipos de blazei por separado no acredita nada, y otro mucho menos que el tercero, el que aporta la mayor parte de la actividad farmacológica en ese experimento (Guterrez et al., 2004). Un problema muy importante es el amplio número de diferentes y sólo parcialmente homogéneos extractos de Agaricus blazei Murill utilizado en el estudio de las actividades farmacológicas de sus componentes. Y si en el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol original estos componentes de la seta potencialmente podrían producir efectos sinérgicos en la prevención y tratamiento del cáncer, la inmensa variedad de tipos diferentes de blazei que realmente se encuentran hoy en día, con componentes sólo parcialmente homogéneos, lo que demuestran es, en ocasiones, el incremento de algunas funciones biológicas, pero, a diferencia del original, la abolición de otras (Sorimachi et al., 2001).

A mayor abundamiento, en literatura científica extractos de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol de distintos orígenes no siempre han demostrado efecto protector contra el cáncer, como las cepas originales. Delmanto et al. (2001), utilizando el test micronucleico contra la genotoxicidad inducida por ciclofosfamida, encontró una disminución en la frecuencia de los micronúcleos después de tratar a ratones con una mezcla de infusiones de distintos orígenes miceliales, pero no encontró una frecuencia micronucléica más baja en el linaje aislado al que denominó AB 99/26. Luiz et al. (2003) no encontró actividad antimutagénica en los extractos acuosos de blazei contra el metil metanosulfonato en células V79, utilizando los ensayos de comet y CBMN.

Del mismo modo, Guterrez et al. (2004) tampoco encontró efecto protector de extractos acuosos de blazei de distintos orígenes, sugiriendo que las diferencias en el cultivo, almacenamiento y preparación de los extractos podría influir en la efectividad de las preparaciones.

Más todavía, en las pruebas con los extractos acuosos de tres orígenes diferentes (Botucatu-SP, Londrina-PR and Piedade-SP), Guterrez et al. (2004), no observó ningún potencial genotóxico, mientras que actividad antigenotóxica sólo se acreditó en el Agaricus blazei Murill procedente de Piedade con pretratamientos, postratamientos y tratamientos simultáneos. El de Botucatu no evidenció nada, y el de Londrina sólo con tratamiento simultáneo.

Qué duda cabe de la diferencia de los distintos tipos de Agaricus blazei Murill y su variabilidad en evidenciar actividad farmacológica. Esta siempre se hace óptima en las cepas miceliales y modos de cultivo tradicionales, y en Piedade, el origen de esta seta ‘redescubierta’ (creo demostrar otro emplazamiento óptimo en Matto Grosso do Sul).

Todos estos datos implican que las cepas miceliales y los tipos de pretratamiento influyen en la actividad farmacológica anticancerígena del blazei (Manzi et al., 2000).

Aún más, no dejan de reiterarse estudios sobre su origen genético mediante RAPD en el propio Brasil y comparando con las cepas japonesas, y las diferencias son significativas en casos, cuando no abismales. A mayor abundamiento, Tomizawa et al. demuestran en 2007 la impresionante variabilidad genética entre tres muestras por el método RAPD y, sobre todo, entre una y las otras dos. Son las cepas miceliales de origen japonés, sin embargo, las que acaparan la inmensa mayoría de la producción mundial, incluso en el propio Brasil, donde la falta de controles miceliales lleva a más variaciones todavía.

Hasta este momento hemos tratado la parte más amable de este problema de la multiplicación de los distintos tipos de blazei con fines comerciales. El problema surge cuando esas producciones comerciales, en lugar de ser al menos inocuas, sí pueden constituir peligros para la salud de los consumidores (no sólo por esta seta, por cualquier hongo comestible cuando se produce inadecuadamente y en emplazamientos inadecuados).

Un problema importante clínico-toxicológico que representan los hongos comestibles, especialmente los silvestres, es la posible contaminación con niveles sustanciales de metales tóxicos como el arsénico, plomo, cadmio y mercurio, así como con 137Cs, porque muchas especies de hongos – incluidos los Agaricus, los champiñones – tienen la capacidad de acumular sustancias radiactivas así como concentraciones relativamente altas de metales (Garcia et al., 1998). Por lo que la presencia de altos niveles de estos componentes pueden anular complementamente los beneficios de una dieta rica en estos hongos y sus extractos podrían ser en esos casos contraproducentes (Kweon et al., 2002; Svoboda et al. 2003; Travnikova et al., 2002; Hashimoto et al., 2002).

En la literatura científica nacional, García et al. (1998), establece que el contenido de plomo en los hongos comestibles en el noroeste de España es un indicador del nivel de contaminación medioambiental. Qué decir de las setas del género Agaricus provenientes de la R.P. de China, que incluso han de ser analizadas aleatoriamente en su entrada a la Unión Europea, ante el peligro de niveles indeseables de metales pesados y otras substancias peligrosas. En ese sentido, por ejemplo, Sanshu et al., en 2000, describen la situación de la contaminación por cadmio del Agaricus blazei Murill en las producciones de la región china de Fujian, así como su prevención y control.

El mejor Agaricus blazei Murill se tiene que cultivar a decenas de kilómetros de cualquier núcleo de población, en medio de la selva, devastando una colina que siempre mire al Sol (este champiñón, por raro que parezca, necesita cierta luz solar para su crecimiento y madurez óptimas).

Por otra parte, el momento exacto de la recogida es también fundamental en relación con la cantidad y estructura de los alfa y beta glucanos contenidos en el blazei, así como el almacenaje y el envasado. Eso es fundamental para obtener un extracto óptimo (Hashimoto et al. 2002).

Como se insistía en un artículo de FADESP sobre el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol, en el que el Profesor Augusto Ferreira da Eira, de la UNESP, manifiesta que las investigaciones … consistirán en orientar el foco hacia los principios activos concentrados en los extractos y correlacionar la intensidad de los efectos medicinales a la época de cosecha, el sustrato y el clima.

En ese artículo también se menciona cómo la inmensa mayoría de los trabajos científicos, observaciones clínicas y experimentos se realizan con la estirpe micelial posiblemente original - (de ínfima presencia en tan agresivo mercado en sentido publicitario o promocianla) y con métodos de producción donde influye la época, clima, sustrato

Genéticamente se ha demostrado la diferencia entre las propias producciones comerciales de Brasil; ¡cuando no, en las del resto del mundo!

No es lo mismo y no se puede comercializar y promocionar agresivamente este champiñón como si lo fuera, y mucho menos, extrapolar trabajos científicos y observaciones clínicas a una pléyade o pandemónium de derivados, de mucha rentabilidad comercial, pero dudosa eficacia.

Según la opinión de muchos, la mejor opción es agaricus.es para conseguir el mejor champiñón del Sol o Agaricus blazei Murill del mundo, posiblemente.

Verdadera historia del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol

En 1999 conocí el champiñón Agaricus blazei Murill, ahora considerado como una las más importantes especies que se ha comenzado a investigar intensivamente, como alimento, como alimento funcional y en biotecnología por sus propiedades medicinales (Firenzuoli et al, 2007), además de su uso industrial y en alimentación animal. Tuve el inmenso privilegio y fortuna inaudita de conocerlo personalmente por primera vez a través de lo que, en el estado actual de la ciencia, considero como que posiblemente era la mejor cepa micelial, compostaje, emplazamiento de la producción de esta seta tropical, clima, éopca del año, substrato, modo de cultivo, modo de recogida, medio, manera y plazo para su deshidratación para semiconserva, plazo, modo y materiales para su almacenamiento y envasado. En 1999 tuve el inmerecido privilegio de recibir un auténtico milagro en ese sentido.

En 2003 le improvisé el nombre común en español de champiñón del Sol, con motivo de la publicación de un artículo en una revista muy leída. Ese nombre improvisado terminó reconociéndose sorpresivamente como nombre común en español del Agaricus blazei Murill a nivel internacional. Desde luego, no se me ocurrió ni se me ocurre registrarlo comercialmente, como hizo el empresario Mario Kimura con Cogumelo do Sol, el nombre común con el que era y es conocida aún esta seta en Brasil.

Ese mismo año, 2003, improvisé un portal, AbM.objectis.net, en el que ya se ponían de manifiesto mitos y leyendas comerciales sobre la historia de este champiñón. Cómo no podía haber sido consumido por los nativos de la zona, puesto que se "redescubrió" en 1965 en la Sierra de Piedade, en medio de una plantación de Lentinus Edodes y se comercializó más tarde en los años 70 como, en principio, como Agaricus Piedade, básicamente para el mercado japonés, con un consumo mínimo local. Por tanto, eran mitos y leyendas comerciales interesadas las historias sobre la incidencia epidemiológica de bajas tasas de cáncer y longevidad alta entre los habitantes de esa Sierra de Piedade. En esa época ya conocía que se trataba de un champiñón de altísimas calidades gastronómicas y nutricionales, reconocido en el estado actual de la ciencia como uno de los mejores champiñónes gastronómicos del mundo, además de las maravillosas propiedades que evidenciaba, si era óptimo, frente a patologías, algunas muy graves. Ese portal, AbM.objectis.net, se vino abajo, y lo recuperé posteriormente gracias a la gentileza de objectis.org.

En el estado actual de la ciencia, se trataría realmente del Agaricus Subrufescens Peck trasladado afortunada y casualmente y adaptado después de bastantes generaciones en una zona concreta de Brasil (Kerrigan et al., 2005), o champiñón de almendra, el gastronómicamente más oneroso y prestigioso champiñón del mundo, originario del sur del Estado de Florida. Este champiñón de clima cálido de muy elevada fama culinaria a finales del siglo XIX y principios del XX, se desvaneció en apenas veinte años con un resurgimiento comercial a gran escala del Agaricus Bisporus, o champiñón de París, o champiñón común, inmensamente más barato de producir, que se podía producir en casi cualquier sitio – como como esta seta de clima cálido – y que también poseía valor gastronómico – aunque mucho menos acentuado que el champiñón de almendra, al que eclipsó, desvaneciéndose casi por completo en apenas unos lustros.

En 1945, el Dr. Murill encontraba un espécimen en la finca del Sr. Blaze, en el sur de Florida, y lo clasificó taxonómicamente como Agaricus blazei Murill, publicándolo en 1947 en el boletín oficial de la Academia de Ciencias de Florida. Se trataría en realidad del Agaricus Subrufescens Peck, o champiñón de almendra, clasificado taxonómicamente por el Dr. Peck en 1898. No es la misma seta, pero taxonómicamente su clasificación sería la misma. Simplemente nadie reparó en ello, y la clasificación de Agaricus blazei Murill se mantuvo.

Por algún motivo, ese Agaricus Subrufescens Peck llegó y se aclimató en la Sierra de Piedade, en el Estado brasileño de Sâo Paulo, cambiando algunas estructuras y composición internas a lo largo de muchas generaciones, y fue 'redescubierto' en 1965 por un agricultor de origen japonés en esa zona, en una plantación (llamada 'Bel Air') de Lentinus Edodes (shiitake), a unos siete kilómetros del Trópico de Capricornio.

El Sr. Furumoto remitió muestras a instituciones académicas argentinas y japonesas, que no supieron identificarlo, por lo que a nivel brasileño lo comercializó como Agaricus Piedade. Merced a su gran valor gastronómico, al origen japonés del Sr. Furumoto, su 'redescubridor', y atendiendo al mercado japonés, también lo denominó con el nombre japonés de Himematsutaké ('Princesa Matsutaké” - siendo así que el Matsutaké, Tricholoma Matsutaké, es la seta gastronómica más apreciada, cara y prestigiosa de Japón, de consumo obligado al menos una vez al año en celebraciones).

En 1967 el taxónomo belga de prestigio, Dr. Heinemann, a través del Dr. Iwade, de la Universidad japonesa de Mie, amigo personal del Sr. Furumoto, como acredita con la correspondencia personal que mantuvieron, lo identificó como ese Agaricus blazei Murill clasificado en 1947 por el Dr. Murill en Florida. Frente a la miríada de leyendas y falsos mitos comerciales, auténticos desatinos con fines espurios que combatí y vencí durante años, se puede acreditar ese verdadera historia a través del testimonio y cartas de un colaborador del Sr. Furumoto en esa época y durante toda su vida, el ingeniero agrícola brasileño D. Ernesto Noburu, así como a través de la correspondencia del 'redescubridor' del blazei, Sr. Furumoto, con el entonces alto responsable de la Universidad de Mie, en Japón, Dr. Inosuke Iwade.

El Dr. Iwade posteriormente fundaría el prestigioso Iwade Mushroom Institute, dependiente orgánicamente de esa Universidad de Mie, y que durante casi treinta años ha mostrado el mayor interés y la disposición de todos los medios posibles en el estudio de este champiñón, bien es cierto que con deducidos propósitos comerciales, por lo que necesitaban una especie o variedad propia; y eso es lo que hicieron, desarrollar una cepa micelial propia y comercial; algo que le llevó más de ocho años. Pero también no es menos cierto que no repararon en gastos (miles de millones de yen, literalmente) en intentar por primera vez y seriamente la producción de este champiñón en Japón (no en invernaderos como en la Unión Europea, EE.UU, e incluso Brasil, en muchas ocasiones), sino adaptando el entorno forestal en la isla de Okinawa y experimentando sin descanso sobre una est irpe micelial óptima, buscando la optimización de una inaudita actividad farmacológica que se empezaba a describir en el blazei original de Piedade que se importaba a Japón como un alimento de alto valor fruitivo y nutricional.

Nunca consiguieron lo que esa seta original acreditaba; todo lo más, después de casi ocho años de investigaciones, lo mejor que les salió es la llamada Himematsutake Iwade Strain 101;, que comercializaron y comercializan en la forma de derivado, de su extracto hidrolizado en bolsitas para tés.

Fueron los Dres. y profesores de prestigio de la Universidad de Mie y del Iwade Mushroom Institute los primeros en apreciar que cualquier cultivo de invernadero o adaptación de esta seta a otros entornos no servía para nada (los trabajos de esos Dres. en literatura científica de alto índice de impacto se multiplicaron durante más de treinta años y hasta la fecha del presente). Sin embargo, esas producciones de invernaderos y siguiendo métodos industriales maximizando la rentabilidad es lo que se encuentra en el 95 % de los casos en el mercado de prácticamente todo el mundo.

Durante los últimos veinte años se multiplicaron los estudios animales, in vitro, y desde hace unos diez, las observaciones y los ensayos clínicos, en relación con su capacidad nutricional, pero principalmente en distintos tipos de líneas tumorales, así como diabetes mellitus tipo II, hepatitis B y C, efectos de reducción de la grasa corporal y de la infiltrada en las vísceras y de reducción del colesterol y azúcar en sangre, así como contra otras patologías graves.

De igual modo, durante los últimos años, científicos como Wasser y empresarios como Mario Kimura (el que registró como nombre comercial su nombre común de Cogumelo do Sol) propusieron distintas clasificaciones taxonómicas. Ambos tendían a considerar al Agaricus blazei Murill – Champiñón del Sol – como una especie nueva de Brasil. En el primer caso, aunque ha quedado claro en el estado actual de la ciencia lo contrario, según mi opinión, las dudas al respecto de un auténtico icono en Micología, como el Dr. Stamets, hará que se precise el consenso de la comunidad científica para establecer de modo definitivo el verdadero taxón de este champiñón; en el segundo, desde el primer momento demuestra un propósito meramente comercial, un auténtico desatino con fines meramente lucrativos.


Según la opinión de muchos, la mejor opción es agaricus.es para conseguir el mejor champiñón del Sol o Agaricus blazei Murill del mundo, posiblemente.

sábado, 26 de julio de 2008

Investigaciones

Este champiñón es una maravilla de la naturaleza en muchos aspectos, y ha dado lugar a muchas publicaciones en literatura científica en relación con su altísima calidad gastronómica y nutricional, su verdadero origen, su posible utilización industrial ecológica; pero, sobre todo, ha dado lugar a muchísimas artículos de literatura científica, trabajos sobre experimentos animales, in vitro, ex vivo, ensayos clínicos y observaciones clínicas por sus propiedades frente a patologías, algunas muy graves, y como alimento funcional.

Cabe, pues, comenzar por lo que más famoso se ha hecho, sus propiedades frente a patologías, continuar por las investigaciones como alimento funcional y terminar con la evidencia en la propia literatura científica que se trata de una de las mejores setas gastronómicas del mundo, en atención a sus bondades fruitivas y nutricionales excelsas.

Con respecto a las propiedades investigadas contra patologías, algunas muy graves, en primer lugar hay que remarcar que la inmensa mayoría, si no todas las investigaciones científicas, experimentos animales, in vitro, ensayos clínicos y observaciones clínicas que se han publicado en las revistas científicas de mayor impacto sobre el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol se llevan a cabo con producciones llevadas a cabo con la estirpe micelial Jun-17, una ínfima parte de lo que se comercializa y publicita realmente en el mercado. De igual modo, esas producciones de Agaricus blazei Murill o Champiñón del Sol de clima tropical se llevan a cabo teniendo en cuenta controles, entornos y procesos que no tienen nada que ver con lo que se comercializa normalmente, pese a la publicidad agresiva: teniendo en cuenta que son cultivados a campo abierto (en clima tropical), teniendo en cuenta la época, el clima, el sustrato, la recogida y procesos de conservación y de semiconservación.

Tanto no se pueden extrapolar esos resultados sorprendentes a producciones comerciales indiscriminadas de invernaderos (muchísimo más rentables - y llevadas a cabo incluso en Brasil - y única manera de cultivarlo fuera del entorno tropical), como mucho menos a la multitud ingente de derivados, pastillas, comprimidos, extractos, ... fabricados con las mismas. Y, sin embargo, no paran de publicitarse agresivamente en Internet, con meros fines comerciales y sin conocimiento suficiente, en el mejor de los casos, jugando, por tanto, con la salud o esperanzas de muchas personas. Sólo se han realizado estudios serios sobre tres derivados de este champiñón, con inversiones mil millonarias en Yen, y ninguno ha llegado a acreditar lo que el resto de literatura científica demuestra para la seta en sí, cuando es óptima, según se expone en el párrafo anterior.

Aún el propio Brasil se viene a demostrar científicamente que hay muchísimas diferencias entre los resultados acreditados científicamente entre unas producciones y otras - a campo abierto, y sin perjuicio de que por exclusivos motivos de rentabilidad económica, que derrotan a la ciencia, allí también se produce muchísimo de invernadero.

Esta primera parte del resumen de investigaciones científicas con respecto a sus propiedade frente a patologías, algunas muy graves, no se refiere a la inmensa mayoría del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol que se comercializa en España, en la Unión Europea y en el mundo, y mucho menos a sus muchísimos derivados, todavía más rentables: cápsulas, comprimidos, pastillas y extractos; pese a que las extrapolen con sentido comercial a la publicidad agresiva con la que se promocionan, derrotando otra vez a la verdad y a la ciencia. Este resumen de literatura científica sobre el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol se refiere al producido de modo natural, en su entorno tropical, teniendo en cuenta la estirpe utilizada, métodos de producción, substrato, clima, época del año, procesos de conservación y de envase ...

Hecha esa necesaria necesaria y fundamental salvedad, tomando como referencia en primer término, por ejemplo, al propio Dr. Wasser (2002), se puede decir que numerosas especies de hongos de basidiomiceto tienen una prolongada historia de aplicación tanto como alimento, como con propósitos medicinales. Casi 650 de las 14.000 especies conocidas poseen propiedades farmacológicas significativas, y casi 100 especies han sido testadas para el cultivo (Hobbs, 1995; Miles y Chang,1997; Reshetnikov et al., 2001; Kirk et al.,2001). De éstas, unas 40 especies se cultivan comercialmente a escala industrial (Chang, 1999). Estos hongos atraen un interés industrial grande, siendo fuentes de muchas substancias farmacológicas con poderosas propiedades así como substancias objetivamente muy beneficiosas para la salud, o incluso con actividad terapéutica, conocidas bajo una pluralidad de denominaciones: suplementos dietéticos, alimentos funcionales, ... (Zeisel, 1999; Wasser y Weis, 1999; Wasser et al., 2000).

La primera descripción histórica del uso de setas del género Agaricus con propósitos medicinbales es probablemente la descripción que se encuentran en tratados médicos bizantinos del siglo cuarto al siglo quince por Orivasio y Apuleyo, para tratar úlceras malignas de faringe (Ramoutsaki et al., 2002).

Una de las especies más interesantes y que comienza a ser estudiada intensivamente es el Agaricus blazei Murill. Se caracteriza el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol por una amplia gama de investigaciones sobre tratamientos medicinales, incluyendo actividad antitumoral (Mizuno et al., 1989, 1998, 1999). El mayor grupo de sustancias se compone de polisacáridos, obtenidos mayormente de los cuerpos fructificados. De 17 fracciones solubles e insolubles en agua, 7 mostraron actividad antitumoral. Estos glucanos antitumorales tenían una estructura β-(1-6), además de otros glucanos bien conocidos β-(1-3)-glucanos. Curiosamente, el Agaricus blazei Murill, o champiñón del Sol, es el primer hongo conocido que contenga polisacáridos activos con tales estructuras (Mizuno et al., 1990). Las fracciones tratadas en medio ácido (ATF) provocan infiltración en tumores distantes por células Natural Killer con muy remarcada actividad. También inhibe directamente el crecimiento celular in vitro, mediante un proceso de inducción apoptótica. Los componentes activos del ATF (del Agaricus blazei Murill, champiñón del Sol) son HM-3G (Fujimiya et al., 1998) y LM-3 (contiene fracciones del complejo α-(1-4)-glucano-β-(1-6)-glucano) (Fujimiya et al., 1999). La mayoría de estos polisacáridos son fibra vegetal, absorben las sustancias carcinógenas, previniendo así la absorción por parte del intestino, y minimizando efectivamente la posibilidad de cáncer de intestino o de colon (Mizuno, 1996).

El extracto de acetona del Agaricus blazei Murill, o champiñón del Sol, contenía 6 esteroides antitumorales activos. Tres de ellos inhibieron las proliferación de células cancerígenas cervicales (HeLa) (Mizuno, 2002) y la cuarta, ergosterol (o su producto oxidado), bloqueaban el crecimiento de un tumor de sarcoma 180 en ratones portadores por inhibición directa de angiogénesis inducida por tumores sólidos (Takaku et al., 2002), los extractos de hexano y cloroformo-metanol de los cuerpos fructificados del Agaricus blazei Murill, o champiñón del Sol, poseen actividades antimutagénicas y bactericidas. Las primera fue inducida por ácido linoleico, y la segunda por ácido 13-hidroxi,cis-9,trans-11-octadecadienoico (13-ZE-LOH) (Osaki et al.,1994).

Como las mutaciones son uno de los factores importantes que contribuyen a la oncogénesis, el descubrimiento de sustancias activas antimutagénicas naturales es un paso muy prometedor. Se ha demostrado una alta actividad antimutagénica en extractos de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol a diferentes concentraciones en células (Menoli et al., 2001, Barbisan et al., 2003, Pinhero et al, 2003).

Se ha demostrado remarcada actividad antiangiogénica (Bellini et al., 2002, 2003; Takau et al., 2002), describiéndose por primera vez un ergosterol con actividad antiangiogénica. De igual modo, se ha descrito por vez primera el piroglutamato sódico aislado del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol como una sustancia antiangiogénica con potentes acciones antitumoral y antimetastática, así como actividad inmunomoduladora, en ratones portadores de tumores (Kimura et al., 2004).

Aunque las investigaciones se centran hoy día en los cuerpos fructificados, los cultivos miceliales del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol también mostraron ser una fuente de sustancias antitumorales. Se desarrolló un complejo de polisacárido activo antitumoral (ATOM) (Ito et al., 1997). Otro complejo proteína-polisacárido se obtuvo del cultivo micelial sumergido del Agaricus blazei Murill. Los principales componentes de esta parte de polisacáridos son la glucosa y la manosa (Hikichi et al., 1999). Un nuevo polisacárido activo antitumoral del Agaricus blazei o champiñón del Sol contra el sarcoma 180 se ha separado del micelio cultivado en líquido, β-(1-2)-, β-(1-3)-glucomanán (Tsuchida et al., 2001). Probó ser completamente diferente a los polisacáridos antitumorales del cuerpo fructificado (Mizuno et al., 1999).

Curiosamente, esta actividad no fue observada en las fracciones obtenidas en los cuerpos fructificados del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol (Sorimachi et al., 2001).

Durante los 80 y los 90, el A. blazei ha demostrado poseer actividades antimutagénicas, bactericidas y antiangiogénicas, y ser un poderoso estimulante sistémico del sistema inmunitario, promoviendo los mecanismos de defensa natural para combatir una variedad de agentes infecciosos, además de cánceres (Reshetnikov et al., 2001; Mizuno, 2002). La actividad inmunoestimuladora y la acción antitumoral de extractos de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol se investigó con distintos modelos de laboratorio, incluyendo ratones portadores de Sarcoma-180, fibrosarcoma MethA, HeLa, y V79 (Kawagishi et al., 1989, 1990; Mizuno et al.,1990, 1998; Itoh et al., 1994; Ebina y Fujimiya, 1998; Fujimiya et al., 1998, 2000). Esta amplia gama de propiedades se debe a la presencia de numerosas sustancias de diferente naturaleza química, contenidas no sólo en los cuerpos fructificados, sino también el cultivo del micelio y en el líquido filtrado.

Se ha descrito la restauración de la actividad de las células NK de las células del bazo inhibidas por la inoculación subcutánea de un tumor de Ehrlich, así como la estimulación de la actividad linfoproliferativa inducida mitogénicamente de las células del bazo por el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol (Kaneno et al., 2004).

En ese sentido, tras un ensayo clínico 100 pacientes con cánceres ginecológicos y su correspondiente grupo de control de otras 100 pacientes, utilizando la infusión de Agaricus blazei Murill Kyowa (producida en una zona óptima de Matto Grosso do Sul, no en Sâo Paulo), las conclusiones es que es recomendable ese Agaricus blazei Murill, por cuanto incrementa muy significativamente la activación de las células NK y minora los efectos colaterales de la quimioterapia, como la ausencia de apetito, alopecia, estabilidad emocional y debilidad general (Ahn et al., 2004). El disparo de las células NK ocurre en este experimento a partir de la sexta semana. Curiosamente coincide con otros, pero también hay terceros, y mis propias observaciones en las que, en ocasiones, eso ha ocurrido mucho antes. Con anterioridad, Ahn et al., en 2002, ya habían descrito el incremento en el sistema inmunológico de pacientes de cánceres ginecológicos sometidas a quimioterapia.

En otros ensayos clínicos anteriores, con menos sujetos, Wang et al. en 1994 describe los efectos del A. blazei en la promoción de acción hematopoyética, reforzamiento de la función inmunitaria e inhibición tumoral, en pacientes con tumores en el tracto gastrointestinal; también se considera que el A. blazei promueve la restauración de la mielopoiesis retardada después de radioterapia y quimioterapia. En 1994, con pacientes de leucemia no linfocítica, Xiaohui et al. describen la remisión del 80 % del grupo experimental, minoración remarcada de los efectos colaterales de la quimioterapia, aumento remarcado de leucocitos, plaquetas y circulación periférica, así como un menor número de infecciones. Wang et al., también en 1994, con pacientes con hepatitis B crónica, considera obvio que el A. blazei exhibe un efecto terapéutico contra la depresión enzimática y la ictericia, así como en la recuperación de hepatocitos, fortalecimiento del sistema inmunitario y actividad anticancerígena. En 2000, Suzuki et al. presentan un trabajo con pacientes con cistadenomas, sarcomas y carcinomas de células escamosas – sarcoma uterino, tumores de ovarios y carcinomas cervicales – cuyas conclusiones son que fortaleció el sistema inmunitario de todos los pacientes, con actividad linfoproliferativa e incremento en la activación de las células NK; disminución en los valores de GOT y GPT en aquellos que lo tenían alto; minoración de los efectos colaterales de la quimioterapia y de la radioterapia, por lo que podría considerarse un inmunoquimioterápico óptimo. Hay más observaciones clínicas en el propio Sâo Paulo, básicamente, en el Centro Oncológico de Sao Paulo. Algunas, francamente curiosas, como la efectividad que demuestra como adyuvante – en otras ocasiones, sólo con tratamiento paliativo o sin tratamiento – en cáncer de próstata, donde la actividad sobre el sistema inmunitario tendría mucha menos influencia en el desarrollo de la enfermedad, siendo esta la que tradicionalmente se le atribuía como principal. No obstante, en estas observaciones se pone de manifiesto actividad antiangiogénica, que atribuyen, según el estado de la ciencia cuando se realizan, al ergosterol contenido (en modelos animales se describió el ergosterol contenido como un poderoso antoangiogénico), sin perjuicio de que, posteriormente, se ha aislado otra sustancia, piroglutamato sódico, a la que también se observa fuerte actividad antiangiogénica.También en 1995 y 1997, Ghoneum presenta algunas observaciones clínicas en cáncer de ovarios y otros.

En 2007, Gao et al., describen los mecanismos primarios de la apoptosis inducida en la línea tumoral de la leucemia por la fracción FA-2-b-ss preparada del champiñón Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol, apuntando lo interesante de estos descubrimientos en la lucha contra la leucemia. Más adelante se comprueba que ya se ha llevado a cabo algún ensayo clínico exitoso contra la leucemia no linfocítica. Con anterioridad, en 1994, con pacientes de leucemia no linfocítica, Xiaohui et al. describen la remisión del 80 % del grupo experimental, minoración remarcada de los efectos colaterales de la quimioterapia, aumento remarcado de leucocitos, plaquetas y circulación periférica, así como un menor número de infecciones.

En 2007, Jin et al inciden en lo mismo, pero con otros mecanismos de actuación descritos con otras fracciones de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol.

En 2007, Murakawa et al, describen la efectividad del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol como un activador de respuesta inmunitaria en la terapia in vivo contra el mieloma utilizando fosfolípidos marinos.

El Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol es, así mismo, una fuente excelente de antioxidantes (Izawa et al., 2003). En 2004, Juang et al. muestran como el A. blazei tiene unas excelentes propiedades antioxidantes.

También en 2008 Sugita et al. muestran la acción beneficiosa del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol en la formación de antígenos.

En 2008, Sorimachi et al. describen los efectos inhibidores de componentes del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol en la formación de fibra colágeno anormales en células de hepatocarcinoma humano.

En ese sentido, en 2008 también Angeli et al. publican sobre los efectos beneficiosos del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol contra la línea del hepatocarcinoma humano. Takeda et al. en 2000 refieren que en el caso de la remisión espontánea de un hepatocarcinoma, el paciente estaba tomando Agaricus blazei Murill y Taheebo (Tabebuia Avellanedae).

El Agaricus blazei Murill ha demostrado tener un efecto hepatoprotector tanto contra la toxicidad en el hígado como en el proceso de hepatocarcinogénisis inducido por una dosis tóxica moderada de dietilnitrosamina en experimentos animales (Barbisan et al., 2002). De igual modo, la coinmunización de Agaricus blazei Murill con la proteína central del virus de la hepatitis B a través de la vacuna de ADN incrementa las respuestas inmunitarias celulares y humorales (Chen et al, 2004).

Del mismo modo, el Agaricus blazei Murill normaliza la función hepática de pacientes con hepatitis B crónica (Hsu et al., 2008). Anteriormente, Hsu et al. describieron el efecto protector del Agaricus blazei Murill, dependiendo de la región donde fue cultivado, frente a la hepatotoxicidad inducida por CCl4.

El 14 de marzo de 2008 concluyó un ensayo clínico a doble ciego, reglado y aprobado por la FDA, contra hepatitis C.

Un estudio evaluó los efectos clínicos y seguridad en voluntarios humanos con niveles elevados de gamma-GTP, pero con un derivado, ABCL. Los resultados son significativamente positivos (Inuzuka et al., 2002).

En 2005, Kubo et. al, sugieren que el Agaricus blazei Murill podría ser un radioprotector, al describir los efectos protectores de extractos solubles en agua de cultivos miceliales de Ganoderma Lucidum y Agaricus blazei Murill contra rayos X en ratones B6C3F1, con la prolongación significativa de la media de supervivencia al ser irradiados hasta la muerte, frente al grupo de control.

De igual modo, Eguchi et al. describen sus propiedades de protección del riñón y uroprotectoras en modelos animales, ratones heminefrectomizados en 1999.

A lo largo de 2005 y 2006, Bernardshaw et al, (del Instituto Nacional de la Salud del Reino de Noruega) llevan a cabo experimentos animales con éxito con vistas a la utilización del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol en dietas hospitalarias. Demuestran la inhibición del streptoccocus neumoniae, del stafiloccocus aureus, así como, en un tercer experimento, el inaudito incremento en la tasa de supervivencia de ratones pretratados con blazei, y otro grupo con administración simultánea, a los que se les produce peritonitis fecaloidea; en el grupo experimental el Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol les protegió del shock séptico.

Se ha descrito también el efecto inmunomodulador del Agaricus blazei Murill en infecciones experimentacles con Paracoccodioides brasiliensis en modelos animales (Gameiro et. al, 2006).

En 2004, Chen et al. sugieren que el extracto de Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol pudiera ser un adyuvante para mejorar la eficacia de las vacunas de ADN in vivo – esto es, abre la vía a una posible efectividad antivírica, que se constata con la inhibición del virus de la encefalopatía equina occidental (Sorimachi et al., 2001).

Bruggemann et al. describen en 2006 la actividad antivíral del Agaricus blazei Murill contra el virus de la herpes humana y bovina en cultivos celulares.

Los extractos acuosas miceliales del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol inhibieron efectos citopáticos inducidos por encefalitis equina occidental.

En 2003, Toshiro et al. demuestran el efecto antihipertensivo del blazei en seres humanos a través de un ensayo clínico a doble ciego y con placebo. En 2006, Kobayashi et al. demuestran la seguridad y efectos positivos del Agaricus blazei Murill en personas con la tensión alta o medianamente alta.

Anteriormente, en 1999 Eguchi et al. describen los efectos inhibidores de extractos en agua caliente de los carpóforos de Agaricus blazei Murill en el desarrollo de la hipertensión en ratones hiperstensivos espontáneamente. De igual modo, se ha descrito el efecto antipertensivo del Agaricus blazei Murill enriquecido con ácido aminobutírico en ratones hipertensivos espontáneamente (Watanabe et al., 2002). Se han descrito los efectos agudos positivos de la aplicación intravenosa del Agaricus blazei Murill sobre la presión arterial media y la frecuencia cardiaca de ratones anaestesiados (Glenan et. al, 2006).

Existen otras observaciones sobre seres humanos, como las de Ebina, en 1997, dando posible explicación a actividad terapéutica en casos de hipertensión, dermatitis atópica, diabetes y cáncer; en el mismo, ya se subraya la necesidad de una producción homogénea y optimizada; algo que en los más de diez años siguientes no sólo no se llevó a cabo, sino que por intereses y aprovechamiento comercial ha ocurrido todo lo contrario. De igual modo, se han publicado patentes basadas en estudios, no sólo sobre su posible efectividad en dermatitis, sino también en su posible efecto beneficioso en otras patologías que afectan a la piel, como el vitiligo.

Higaki et al., el 2000, describen la mejoría de las células beta del páncreas con el extracto en agua caliente del Agaricus blazei Murill (estripe Cj-01) en ratones GK.

Kim et Al. publican en 2006 que el cultivo líquido del Agaricus blazei Murill disminuye el nivel de glucosa en sangre de la diabetes mellitus tipo II.

En 2007 Hsu et al. publican un ensayo a doble ciego y con placebo con Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol contra la diabetes mellitus tipo II. Sus conclusiones son las que se habían vislumbrado en muchas observaciones clínicas y casos aislados. Es efectivo, pero cuando se valora verdaderamente su efectividad es a través de su ingesta continuada a medio plazo. Sin perjuicio de algunas anécdotas llamativas, como un caballero que se suscribió a un ensayo clínico de administración masiva durante un año, para probar la ausencia de efectos colaterales nocivos, aún con una administración muy alta, y curiosamente padecía diabetes al principio, y ya no la padecía al final del experimento, hecho que, por no formar parte del mismo, sólo es mencionado anecdóticamente. Hay muchas más referencias a las bondades del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol en relación con la diabetes; este enlace es sólo un ejemplo para nada extensivo.

En 2000, Choi et al. demuestran que el Agaricus blazei Murill tiene efectos antiphiperrglicémicos y antiobesidad, y que también disminuye la glucosa en suero y el nivel de lípidos a través de la inhibición de la actividad de discáridos intestinales.

En 2002, Kweon et al., describen los efectos reductores en plasma del colesterol y peso corporal por los extractos miceliales del Agaricus blazei Murill y del Lentinus Edodes. en 2003, Lee et al. describen la disminución del total de colesteroles, triglicéridos colesterol LDL, y el incremento del la ratio colesterol HDL/total en suero en ratones en cuya dieta introducen Agaricus blazei Murill.

En 2006, se describieron en modelos animales la acción de reducción de las grasas en sangre por parte del ácido graso polinsaturado del Agaricus blazei Murill en hiperlipemia en ratas y ratones, así como el efecto antitrombótico de esa misma substancia del Agaricus blazei Murill también en ratas y ratones.

En 2007, Matuo et al., en relación con la actividad anticlastogénica del Agaricus blazei Murill, descrita en muchos trabajos anteriores, concluyen que posee un efecto protector contra agentes que actúan de modo indirecto (tratamientos continuados y durante diferentes fases del ciclo celular), lo que sugiere que el Agaricus blazei Murill podría tener beneficios para la salud cuando se usa como alimento funcional.

En 2008, Liu et al. publican un trabajo que aboga por el reconocimiento del Agaricus blazei Murill o champiñón del Sol como un alimento funcional, demostrando en su experimento, con voluntarios humanos y con animales, cómo incrementa significativamente el nivel de células NK activas, reduce significativamente la grasa corporal, la grasa infiltrada en las vísceras, el nivel de colesterol en sangre y el nivel de glucosa en sangre. En ese mismo trabajo se subraya que se lleva a cabo con producción natural, a campo abierto - una ínfima parte de lo realmente comercializado a nivel mundial. Y, desde luego, no con ningún tipo de derivados añadidos tampoco. De modo directo e indirecto también se ha escrito bastante sobre las bondades de este champiñón para combatir la ostoporosis, así como existe ya un primer ensayo clínico positivo con más de ochenta mujeres para perder peso.

Como alimento de alto valor gastronómico y nutricional, Stijve et al. analizan en 2002 los componentes del sabor y del aroma del Agaricus blazei Murill como un champiñón de gourmet.

En 2002, el icono mundial de la micología, Prof. Stamets, publica en el revista Journal of Mushroom, 2000 - 18: 10 -13, el artículo "Llámelo Himematsutake o Portobelo de Almendra: es especial". Cabe recordar que el Sr. Furmumoto, cuando "resdescubrió" el Agaricus blazei Murill en 1965 en su plantación de Lentinus Edodes en Piedade, lo denominó Himematsutake (literalmente, "Princesa Matsutake"), ya que el Matsutake es el hongo comestible de mayor valor gastronómico y más apreciado (además de ser el más oneroso) en Japón, donde su consumo es obligado en ocasiones especiales cada año. En principio, lo denominó así en virtud de su gran valía gastronómica, y porque decía que su aroma le recordaba al del Matsutake.

En 2004, Amazonas et. al, lo califican como uno de los hongos culinarios más prometedores del mercado mundial.

En 2005, Kerrigan demuestra por pruebas de ADN que se trataría en realidad de una variedad del Agaricus Subrufescens Peck, o champiñón de almendra, adaptada causal y afortunadamente a la Sierra de Piedade, en Sao Paulo. El Agaricus Subrufescens Peck, originario del Sudeste de EE.UU, de Florida, de donde se clasificó por primera vez el Agaricus blazei Murill en 1947, fue el champiñón gastronómico más apreciado del mundo a finales del siglo XIX y principios del XX, en semiconserva por deshidratación. Y se desvaneció prácticamente del mercado en pocos decenios a principios del siglo XX, pasando prácticamente al olvido, con preponderancia absoluta del Agaricus Bisporus, o champiñón de París o champiñón común, mucho más fácil y muchísimo más barato de producir y que se podía producir prácticamente en cualquier sitio, no como este exquisito alimento tropical.

Composición.

En cuanto a su composición, varía muchísimo de unos especímenes a otros. No obstante, de modo general, el 85% - 87% del champiñón fresco es agua. Deshidratado es rico en proteína (40 -> 45%) y carbohidratos (3 -> 4%), y vitaminas, especialmente B1 y B2, y niacina. También contiene una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, predominantemente ácido linoléico, presenunte en el total de fracciones lípidas, lípidas neutras y fosfolípidas. Cerebrósido y digalactosil-diacil-glicerol eran los principales componentes glicolípidos. Estos resultados son de gran interés a causa de que se atribuyen a los ácidos grasos insaturados efectos carcinostáticos, de acción disminuidora del colesterol y acción antitrombótica (Mizuno, 1995).


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